En los últimos años, las vitaminas en forma de gomitas han conquistado el mercado: son coloridas, fáciles de consumir y con sabores agradables que las hacen más atractivas, sobre todo para los niños. Pero surge una pregunta legítima tanto entre padres como entre profesionales de la salud: ¿funcionan realmente? ¿O se trata solo de una presentación más atractiva sin garantía nutricional?
Para responder a esto, consultamos diversas fuentes científicas y organismos de salud.
Las vitaminas en gomita son suplementos dietarios que contienen micronutrientes (como vitamina C, D, B12, hierro o zinc) en una base gelatinosa masticable, generalmente con sabores frutales. Su objetivo es facilitar la suplementación en personas que tienen dificultad para tragar cápsulas o comprimidos, especialmente niños y adultos mayores.
Una revisión publicada por Harvard Health Publishing destaca que la palatabilidad es uno de los principales factores que mejora la adherencia al tratamiento o suplementación, especialmente en pediatría. "Cuando un niño acepta una vitamina con gusto, las probabilidades de mantener la rutina diaria aumentan notablemente", explica la doctora Claire McCarthy, pediatra y editora médica de Harvard (Harvard Health Publishing, 2021).
Además, su presentación puede reducir el rechazo por parte de personas con problemas de deglución o náuseas, comunes en ciertos tratamientos médicos.
Pese a sus ventajas, las vitaminas en gomita no están exentas de crítica. Uno de los principales señalamientos es su contenido de azúcares añadidos o edulcorantes, que pueden no ser ideales para personas con restricciones dietéticas. Según un artículo publicado en Journal of the American Dental Association (JADA), el consumo frecuente de suplementos en gomita podría contribuir al riesgo de caries si no se cuida la higiene oral posterior (JADA, 2019).
Otro punto es que las dosis pueden no ser tan precisas como en cápsulas duras, y algunos productos tienen menos concentración de nutrientes. Además, al tener una apariencia de golosina, existe el riesgo de consumo excesivo, especialmente en niños pequeños.
La respuesta corta es: sí, funcionan, siempre y cuando:
Una investigación publicada en Nutrients (2020) sobre la biodisponibilidad de micronutrientes en distintos formatos concluye que las vitaminas en gomita presentan una absorción similar a otros formatos como tabletas o cápsulas, dependiendo del nutriente específico (Nutrients, 2020).
Las vitaminas en gomita pueden ser una alternativa efectiva, segura y agradable, especialmente cuando se busca mejorar la adherencia al suplemento en niños y adultos que rechazan las formas tradicionales.
Sin embargo, deben usarse con criterio médico, vigilancia de dosis y preferiblemente sin exceso de azúcares añadidos.